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ROBERTO OCADIZ (1912-1989) Nació en Singuilucan, cuando él era muy joven su familia se trasladó a la ciudad de Tulancingo, a la que él siempre consideró su patria chica. Inquieto excursionista, precoz comerciante, inspirado poeta, dueño de un alma quijotesca hasta la ingenuidad, dedicó las mejores paginas a exaltar la personalidad de Tulancingo; con acuciosa minuciosidad de monje medieval, escudriño en viejos documentos, antiguos periódicos e interrogó a toda persona que le pudiere ofrecer algún dato para ir construyendo una relación de hechos cronológicos que fueron conformando la vida política, social y cultural del valle de Tulancingo, de cuyo toponímico náhuatl identificó al correspondiente jeroglífico que hoy aparece como escudo de armas de la ciudad.
Ésta fotografía de la pirámide que existió Zazacoala, se la debemos a Don Roberto Ocadiz. Gran parte de su acervo cultural que su hija tenia celosamente guardado, se pierde en la inundación que ocurre en la ciudad de Tulancingo el mes de Octubre de 1999.
Viajero incansable, sus andanzas lo llevaron a descubrir las maravillosas formaciones de "Los Ermitaños" que por años estuvo fotografiando y difundiendo a través de sus propias publicaciones, e incluso a veces en diarios nacionales. Apasionado fotógrafo, congelo en imágenes un Tulancingo que hoy no existe más que el recuerdo. Sus fotografías de la pirámide de Aila, probablemente sean hoy el único vestigio de ese homenaje que nuestros antepasados erigieron a una Dios hoy olvidado. Su aporte fundamental son los textos y fotografías coleccionados bajo el título de "Tulancingo y sus Alrededores", obra de referencia obligada para adentrarse en la historia, geografía y el folklore de la zona. Pero su mejor legado fue el ejemplo que nos dejo, de una vida íntegra, creativa y dedicada a la búsqueda de la belleza donde quiera que esta se oculta. Obras de ROC
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Roberto Ocadiz o ROC como
solía firmarse fue testigo de la transformación de una ciudad
eminentemente agrícola y comercial al emporio industrial y encrucijada de
las comunicaciones vía satélites a Europa. Empresario audaz creó el
primer servicio de transporte urbano y la primera papelería de
Tulancingo, cuyo anunció, un descomunal lápiz amarillo, hecho del tronco
de un noble oyamel, adornó por muchos años la calle de Hidalgo.